miércoles, 14 de diciembre de 2011

Ahora es el momento de las deducciones, hace 5 años no

Años antes de que llegara la crisis, el paro en España había alcanzado una tasa históricamente muy baja en torno al 9%. El consumo crecía sin descanso a la vez que los precios se mantenían estables, como consecuencia de todo ello el PIB obtenía tasas de crecimiento entre el 3% y el 4%, y la famosa deuda pública no superaba el 37% del producto interior bruto. 

A pesar de lo positivo de todos estos indicadores, España y sus ciudadanos tenían un problema importante, incluso con el gran avance de la economía era muy complicado acceder a una vivienda digna con un precio asequible, los precios de la vivienda eran desorbitados. A pesar del elevado valor, las transacciones inmobiliarias seguían creciendo gracias al crédito fácil, todos los bancos concedían hipotecas sin pensárselo dos veces.

De modo que el mercado tenía volumen, la demanda y la oferta eran fuertes de por sí. Pero ante los elevados precios, los diferentes gobiernos decidieron añadir más leña al fugo e introducir algunos incentivos para facilitar el acceso a la vivienda. Uno de los más conocidos fue la deducción por adquisición vivienda habitual, vigente hasta el 1 de enero de 2011. Esta medida permitía a los compradores de una vivienda deducirse el 15% del total aportado hasta un máximo de 9.015 euros. Lo que suponía una deducción máxima sobre la cuota íntegra de 1.352 euros. Una suculenta suma de dinero, que no es más que una devolución de lo que el contribuyente ha tributado, pero la percepción que se obtenía era de que te estaban regalando el dinero.

Este tipo de medidas fiscales expansivas no se deben tomar cuando el ciclo económico es también expansivo, porque el resultado puede ser catastrófico. Lo normal es que si la economía crece sola y encima se aprueban incentivos, terminará recalentándose y creando una burbuja que estallará con todas sus consecuencias: desempleo, recesión, etc. Algo parecido a esto es lo que terminó ocurriendo en España entre el 2007 y 2008, causando una crisis en la que estamos todavía inmersos y sin previsiones de despegue. Por eso, retirar en 2011 y en plena crisis la deducción por adquisición de vivienda es una decisión nefasta, en todo caso se debería haber hecho el movimiento contrario. Ahora, la compra-venta de viviendas está congelada, el mercado no funciona y el sector público debe intervenir, es el momento de introducir los incentivos para reactivar este sector y que la economía empieza a despegar por algún lado.

Se está volviendo algo muy común en los tiempos que corren utilizar políticas restrictivas en épocas de crisis y políticas expansivas en periodos de crecimiento, el resultado está a la vista. Con la actual normativa, solo pueden optar a la deducción por adquisición de vivienda los contribuyentes que tengan una base imponible inferior a 24.000 euros, aunque la deducción del 15% sobre el total aportado solo la mantienen las bases imponibles inferiores a 17.000 euros. Porque a partir de esta cantidad hasta los 24.000 la base deducible va siendo menor hasta desparecer en dicho tope.

Al revés de lo que se está haciendo, las medidas deberían ir por el camino de la ampliación de la deducción en cantidad y en extensión, o sea, que fuese una cantidad deducible superior y que afectase a más niveles de renta, no solo a los que se encuentran en la horquilla de 17.000/24.000 euros. Una leve recuperación del sector inmobiliario podría aliviar muchos balances de constructoras y de bancos, lo que podría suponer que las primeras volvieran a contratar y los segundos volviesen a dar crédito a empresas y familias. Si esto ocurriese, se produciría un efecto dominó que reactivaría la economía española, contrayendo la tasa de paro e incrementando el PIB.

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con usted. El dinero que se ha aportado a los bancos debería mantenerlo el Estado, y aumentar las desgravaciones fiscales por compra de vivienda, a cualquier nivel de renta. Así, los bancos se desharían de los inmuebles que tanto están lastrando sus cuentas, los consumidores se animarían a comprar vivienda, y el Estado no regalaría dinero que sale de nuestros impuestos.

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  2. Parece que Rajoy nos ha escuchado y va a recuperar la deducción por compra de vivienda habitual, habrá que estar atentos a los detalles de la deducción...

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