jueves, 6 de diciembre de 2012

Gráfico: la deuda externa de España se ha triplicado entre 2002-2012

Elaboración propia con datos de Eurostat

La deuda externa bruta de España se ha triplicado en tan sólo 10 años, desde 2002 hasta 2012 ha pasado de 600.000 millones de euros a 1,8 billones de euros. Desde la entrada en vigor del euro y su puesta en circulación los agentes económicos de España han podido acceder al crédito a unos costes infinitamente inferiores a lo que lo hacían antes del euro. El Banco Central Europeo, sobre el que recae la política monetaria de todos los Estados integrantes de la Eurozona, mantuvo el tipo de interés de referencia (el precio oficial del dinero) en cotas excesivamente bajas, lo que permitió que los agentes de los países periféricos    endeudarse con cierta facilidad. 

El ahorro nacional de estos Estados no fue suficiente para satisfacer las demandas de crédito de empresas y familias, de modo que las instituciones financieras de estos países comenzaron a buscar ahorro exterior, sobre todo de Alemania, Holanda y otro pequeños Estados de la zona euro que tenían un exceso de ahorro. También las empresas tuvieron acceso al crédito exterior de forma directa y a través de OPV y emisiones de bonos y otros activos de renta fija que eran adquiridos por inversores de los Estados mencionados con anterioridad. 

Una parte importante de esta deuda externa, la mayor parte, se usó para invertir en ladrillo, para inflar la burbuja inmobiliaria que ahora contamina los balances de los bancos y no permite a las familias consumir e invertir hasta que acaben con estas inmensas deudas hipotecarias. Lo lógico hubiera sido usar este endeudamiento para mejorar nuestro modelo productivo, para que los agentes hubieran creado empresas diferentes a constructoras o bares; para que las empresas ya creadas invirtiesen en I+D, tecnología, formación del capital humano, etc. cualquier inversión productiva que hubiera mejorado la competitividad de los bienes y servicios producidos en España. Si esto hubiera sucedido este endeudamiento con el exterior se podría devolver con facilidad, ya que habría servido para general mayores niveles de renta para empresas, familias y la administración pública.

Sin embargo ahora tenemos que devolver 1,8 billones de euros a agentes no residentes, a esto hay que sumarle los intereses que genera esta deuda y que también se van a marchar al extranjero. Exportamos riqueza al exterior. A día de hoy las Administraciones Públicas tienen una deuda con el exterior de 237.608 millones de euros. Los bancos tienen una deuda externa de 591.736 millones de euros, aquí se encuentra la deuda de las familias con el exterior y algunas empresas que están bancarizadas. El Banco de España tiene una deuda con el exterior de 408.695. Mientras que las empresas 384.143 millones de euros. Hasta que este nivel de deuda externa (junto al nivel de deuda interno) no sea sostenible los agentes económicos de España no podrán volver a consumir e invertir, y por lo tanto la economía no se volverá a ver como desciende la tasa de paro.


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